En 1963, Fritz Müller tomó una decisión importante: había llegado el momento de un cambio de paradigma en el mundo de las válvulas y de construir sus propias válvulas. Con la creación de la primera válvula del mundo fabricada en plástico, se puso a trabajar por su cuenta y en 1964 fundó GEMÜ Gebrüder Müller Apparatebau GmbH & Co. KG.

Su presencia en ferias de muestras le granjeó numerosos pedidos a partir de 1965, y las ventas anuales se duplicaron en los primeros años. En el momento en que incluso la habitación de los niños tuvo que servir como oficina de diseño, quedó clara una cosa: se necesitaban unas instalaciones propias de la empresa. La elección recayó en Criesbach, un lugar ubicado directamente junto al ferrocarril, y demostró ser una decisión muy inteligente.

Fritz Müller empezó a construir en 1968, se añadió otro complejo de edificios solo cuatro años después y en el décimo aniversario la plantilla estaba formada por más de 100 empleados.

En los años siguientes, GEMÜ siguió creciendo y en 1981 empezó a expandirse a nivel internacional. Con este fin, Fritz Müller fundó cinco sucursales en Brasil, Suiza, Reino Unido, Francia y Suecia.

En las décadas posteriores, la empresa desarrolló muchos productos nuevos e innovadores bajo la dirección de Fritz Müller y siguió ampliando su cartera. Además, GEMÜ continuó su crecimiento mundial y fundó nuevas sucursales en todo el mundo.

Pero Fritz Müller también continuó la expansión en su Hohenlohe natal. Un acto especial para el 45 aniversario de la empresa fue la construcción de la cúpula GEMÜ, que representa la fuerza visionaria de Fritz Müller, así como su pasión por la creatividad e inventiva. Hoy en día, la cúpula GEMÜ sigue siendo el centro de desarrollo e innovación de la empresa.

Aunque Fritz Müller sentía verdadera vocación universal, siempre estuvo fuertemente vinculado a su tierra natal, Ingelfingen. También allí dejó una gran impronta. Por ejemplo, ayudó a conservar edificios muy especiales con siglos de historia, como la Torwächterhaus de Ingelfingen y la Villa Schüssler de Künzelsau . No hay que olvidar el hotel del castillo, del que se hizo cargo por amor a Ingelfingen y que sigue siendo operado por GEMÜ hasta la actualidad. Asimismo, Fritz Müller donó en 2012 un monumento muy especial a la localidad de Niedernhall: la fuente Salzsiederbrunnen.

Fritz Müller tenía un instinto especial para la conservación y creación. Por ello sabía que el lugar donde crece una empresa no es simplemente una ubicación física, sino un entorno compuesto por referencias históricas, arquitectónicas, culturales, paisajísticas y muchas otras.

También se crearon nuevos puntos de referencia bajo la batuta de Fritz Müller, como la barrica de Ingelfingen, la segunda barrica de madera más grande de Europa, que se eleva sobre Ingelfingen en medio de los viñedos. Su compromiso con la viticultura tenía raíces familiares. También prestó apoyo a las asociaciones, escuelas y actividades culturales del lugar.

Fritz Müller recibió varias distinciones por su compromiso empresarial y social y fue galardonado con la medalla al mérito de la República Federal de Alemania, así como la medalla empresarial del land de Baden-Württemberg y la ciudadanía de honor de Ingelfingen.