Si se desean conservar más tiempo y/o pulverizar alimentos, pinturas, medicamentos u otras sustancias acuosas, debe extraerse total o parcialmente el agua que contienen. Este proceso se lleva a cabo mediante la aplicación de vacío y frío. Dado que la cantidad de producto requerido y las características de los productos, así como las condiciones in situ, pueden ser muy distintas, no solo se utilizan muchas instalaciones estandarizadas, sino también instalaciones diseñadas a medida.